Códigos

Códigos es una acción performativa que simula, desde el sarcasmo, una supuesta búsqueda arqueológica en la que se encuentran una serie de objetos que aluden a la vigilancia y el escarmiento colectivo producidos por las dinámicas entre las tensiones sociales y las estrategias políticas institucionalizadas.

Los objetos, vasijas con formas de orejas, dedos, lenguas y bocas, representan el acto instintivo y automático de los humanos de señalar al otro y buscar culpables, de censurar, oprimir, acusar, espiar y descalificar. En relación con ello, estas formas están encajadas en vasijas como simbolismo del objeto de uso cotidiano, en esa representación de la naturalidad con la que se incurre en el señalamiento y las acusaciones. En efecto, la acción “Códigos” fue llamada también “La culpa de los otros” al inicio de su conceptualización.

Por su parte, la acción de desenterrar los objetos insinúa una exploración, un descubrimiento, de encontrar esta naturaleza humana en ciertos momentos de tensión, aplicables a múltiples contextos en el que las presiones políticas estimulan a las personas a culparse entre ellas, atentando contra la libre expresión social y la convivencia civilizada, potenciadas en algunas ocasiones por estrategias políticas institucionalizadas como la vigilancia y el escarmiento colectivo.

En congruencia con ello, se decidió realizar la acción en este día de las elecciones presidenciales, aunque podría realizarse en cualquier otro momento de tensión en el que buscamos culpables más allá que nosotros.

Aimée Joaristi

El proyecto Códigos quiere llamar la atención -a partir de una supuesta pesquisa arqueológica de piezas precolombinas- sobre un grupo de problemáticas actuales que atentan contra la convivencia civilizada y la libre expresión social, y que giran en torno a estrategias políticas institucionalizadas, como la vigilancia y el escarmiento colectivo. Aunque la autora ensaya una serie de alegorías y juicios críticos, aplicables a cualquier escenario o contexto internacional, la mayoría de las motivaciones que sustentan esta serie parten de su permanente actualización informativa sobre los hechos acaecidos en su región latinoamericana de descendencia; su honda preocupación por las fuertes tensiones sociales y el destino incierto que en ella se advierten.

El empleo simulado de la actividad arqueológica responde de manera simbólica también a una vocación de exploración y búsqueda que siempre ha condicionado la actividad de la autora, desde etapas muy tempranas de su vida. Por extensión, este proyecto infiere además una voluntad de trueque sarcástico con los tiempos históricos; la exaltación de esa perspectiva arcaica, primitiva, del perjuicio básico aludido (censura del hombre sobre el hombre mismo); perjuicio que se atestigua o desacredita, que asoma o desaparece cada cierto periodo de tiempo, en una especie de ciclo interminable.

David Mateo