Generosidad

El proyecto Generosidad parte del abordaje de la presencia de los textiles en el arte actual. Para la ocasión he decidido trabajar con las potencialidades simbólicas del material, en aras de concebir una obra instalativa de carácter reflexivo y crítico desde el punto de vista cultural y social.

La pieza está compuesta por un grupo muñecas de tamaño humano elaboradas a mano por mujeres artesanas de la India. Cada muñeca ha sido confeccionada en tela (cien por ciento algodón), y en su rostro se muestran rasgos característicos de mujeres de diferentes etnias. En el interior de cada una de las figuras, en la parte del corazón confeccionado con terciopelo de seda rojo, hay una piedra preciosa de un quilate (topacio o rubí), que carga con una interpretación o significado específico. Aunque este detalle no podrá ser constatado físicamente, sí será difundido entre los espectadores que asistan a ver la pieza… Las ocho muñecas estarán ubicadas de manera compacta dentro de una caja cuadrada de metacrilato, de 50 cm de ancho por 50 cm de largo.

Considero que la simple creencia o sospecha de la existencia de una prenda de alto valor dentro del cuerpo de cada una de estas muñecas minimalistas, contribuirá a subvertir de manera instantánea sus connotaciones formales, a modificar la funcionalidad y ascendencia estética sencilla, humilde, de su razón de ser, para convertirlo en un objeto de “tentación” ante los ojos de la mayoría de los espectadores. El empleo de un contenedor hermético, inaccesible, transparente, y la idea de que la piedra preciosa se mantiene oculta dentro del rellenado del cuerpo, intensificarán al máximo estas experiencias y sensaciones perceptuales.    

La obra remite, por un lado, a un sentido de confrontación entre categorías humanas como generosidad y codicia, altruismo y poder, ingenuidad y suspicacia. Pero, sobre todo, creo que induce a reflexionar sobre esa experiencia de trueque, de adulteración, con que los sistemas globalizados de valor suele asumir ciertos procesos culturales y sociales fomentados de manera natural, espontánea, desde sus locaciones de origen, permeándolos de otras premisas especulativas e intensiones de pretenciosidad.

Desde otro punto de vista, algo más complementario o derivado, este proyecto pudiera servir  también para introducir una serie de mensajes simbólicos sobre las problemáticas actuales de género, en particular la discriminación de la mujer. Desde lo más profundo del concepto y el proceder representativo de esta obra, se inducen algunos matices, algunas claves relacionadas con los prejuicios, el comportamiento dogmático con que en algunos contextos se legitiman los roles femeninos. Si desde una perspectiva, la piedra preciosa “ocultada” sirve para adicionar un criterio de valor especulativo y de uso práctico a las muñecas; desde otra visión paradójica se podría interpretar también como una evidencia de la relegación o censura de las virtudes femeninas básicas. Ya sea por imposición del contexto o por necesidad de resguardo personal, esos valores o caudales, no tienden a mostrarse a simple vista, no pueden ser enaltecidos muchas veces; hay que rasgar la piel, infringir una herida profunda en el cuerpo vulnerable de la mujer para poder descubrirlos.

Aimée Joaristi