Guerra Continua

La mega instalación GuerraCONTINUA, de Aimée Joaristi, es la certificación de una derrota, esa que habla de la profunda incapacidad del ser humano para vivir en paz. Su puesta en escena descubre el rostro de una poderosa instalación videográfica -con énfasis en la pintura- de la artista de origen cubano, residente en Costa Rica, Aimée Joaristi. Una pieza que remite a la compleja y arbitraria dinámica de las relaciones sociales en un contexto cultural regido por el síndrome de la esquizofrenia, la guerra permanente, el desgaste moral y la monotonía como expresión de un modelo autómata de conducta. Vivimos asediados por un impulso predatorio de conquista y de posesión, desde sus expresiones más básicas hasta las elucubraciones más dantescas y exorbitantes. El ser contemporáneo, supuestamente civilizado y menos bárbaro, apenas se limita a ser poco menos que consecuente frente a su propia sed. Su terrorismo psicológico trasmuta en fuente de infinitas patologías. La necesidad de la propiedad, la tenencia, el control, la revancha, conduce, de facto, hacia una la locura de la guerra como arma arrojadiza sobre los dos bandos. La guerra, definida como la “lucha armada prolongada entre dos o más naciones durante la cual se producen diversas batallas”, ha dejado de ser solo esto para convertirse en uno de los más sórdidos y rentables negocios del “modelo civilizador”. Supone, sin duda, la continuación del comercio y de la política económica de las potencias industriales compitiendo entre ellas. Porque es mediante la guerra y una política determinada en relación con el armamento que los Estados más potentes han impuesto su dominación. La industria armamentística siempre ha estado estrechamente vinculada al Estado. El Estado no es un árbitro imparcial o el representante del interés colectivo, sino una institución política relacionada con la estructura de clases de la sociedad que representa esencialmente el poder de la clase dominante. La hipocresía de este mundo reside, entre otras grandes mentiras, en la creación y consolidación de grandes fortunas mediante la industria armamentística. Un sector clave para la economía en muchos países occidentales que han hallado el apoyo de sus Estados respectivos. Esta pieza, en su dimensión discursiva, advierte sobre la muerte de toda promesa. Ya no existe esa tierra prometida. TOMORROWLAND no es sino otro espejismo más, entre muchos.

Andrés Isaac Santana

Guerra Continua. 2018. Videoinstalación. Dimensiones variables

Guerra Continua. 2018. Videoinstalación. Dimensiones variables

Guerra continua. 2018. Videoart. 0’40’’

Guerra continua. 2018. Videoart. 2’52’’