Enemigos

Los procesos alegóricos que utiliza la obra de Aimée Joaristi se sostienen, esencialmente, sobre una perspectiva de reflexión existencial, intimista. Mezclando con suspicacia los lenguajes figurativos o abstractos, y los códigos expresionistas, desde múltiples varientes representativas, la autora se muestra como sujeto, intérprete, de los episodios o las circunstancias aludidas. Y lo hace con tal nivel de intensidad, que a veces su proceso representativo podría ser considerado como una especie de biografía o crónica sublimada.

Aimée apela a la dimensión metafórica del paisaje desde cualquier abordaje artístico, tanto desde lo bidimensional como desde lo volumétrico. Y esa apelación al género adopta múltiples estrategias compositivas que van desde los planos concentrados, panorámicos, trazados desde los formatos pictóricos, hasta las alegorías directas a inducidas desde lo objetual. Se trata de paisajes simbólicos que parten de la realidad, o mejor dicho, de la experiencia confrontacional con ella; pero que adquieren su carga denotativa, su dimensión alegórica, desde el montaje imaginativo, fabular.

En la serie instalativa Enemigos, por ejemplo, se produce de súbito una fusión sui generis entre un elemento natural, de configuración agreste y un objeto humanizado, íntimo, de carácter utilitario, y hasta en ocasiones intelectual (nasobuco, brasiere, zapatilla, libro); y por extensión, una provocadora simbiosis entre la experiencia dramática, generada desde la confrontación, el desafío social, y el impacto virulento de su repercusión en el espíritu y la conciencia femeninas.

Al respecto, la artista ha declarado: En la serie “Enemigos” mezclo la espina de coyol como representación de mi realidad rodeada de naturaleza, en la cual confluyen sucesos íntimos, personales y cotidianos. La aguja simboliza mis espacios emotivos intensos de soledad, tristeza, dolor y frustración en medio de parajes naturales y domésticos… La alfombra “Bienvenida”, por ejemplo, te genera una sensación de expulsión; el sostén, que debería evocar sensualidad, te provoca rechazo; el libro te interpela, te confronta, y así sucesivamente… Cada objeto, en su representación alegórica, se vuelve enemigo o amigo, según sea el caso.

David Mateo
Crítico y curador de arte

Nature's Poetry. 2021. Objeto intervenido con espinas de coyol. Medidas variables
Tendencias 2020. 2020. Mascarilla intervenida. 23 x 23 x 23 cm

Tendencias 2020. 2020. Mascarilla intervenida. 23 x 23 x 23 cm

La obra Tendencias 2020, de Aimée Joaristi, discursa sobre esa existencia trágica, violenta, a la que nos ha sometido la situación coyuntural de pandemia. Es un ejercicio de representación alegórica que mezcla, con profundo sarcasmo, al matiz compasivo, de sanidad, que se advierte en un objeto tan emblemático como el nasobuco, con la visualidad fashion que compulsa el universo sadomasoquista; sugiriéndonos una especie de forcejeo cáustico, de violentación erótica con la realidad. Esta pieza nos hace tomar conciencia sobre la relatividad funcional del artificio de protección, frente a la fuerza y prevalencia del virus. Cualquier instrumento de resguardo, de contención, pudiera resultar insuficiente todavía frente a la expansión desenfrenada de la Covid 19. En cierta medida la obra hace alusión también a un contexto casi apocalíptico; propone un emparentamiento simbólico con esas narrativas vinculadas a las civilizaciones de sobrevivencia y algunos de sus fetiches; civilizaciones de las que tanto nos ha estado advirtiendo la filmografía de ficción. ¿Cuán cerca estamos de ese estado de vulnerabilidad irreversible?, es la interrogante prioritaria en estos tiempos, que de nuevo reivindica con absoluta conciencia e ironía Aimée Joristi en su quehacer artístico.

David Mateo, crítico y curador